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Cómo ganar dinero con esto de la escritura creativa (I)


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Por César Sánchez Ruiz



Euros



En este artículo, que perfectamente podía haber titulado 4 formas de vivir del cuento (o de cualquier otro género literario), voy a darte a conocer cuatro formas que tienes de ganar dinero con esto de la escritura creativa. Es un artículo extenso, así que lo he dividido en dos partes: en esta primera entrada te explico dos de estas formas, y en la segunda, que publicaré en unos días, te explicaré las otras dos.

En realidad, existen muchas otras maneras de ganar dinero con actividades relacionadas con la escritura creativa, pero voy a hablarte de estas cuatro porque son las que conozco mejor, ya sea porque son con ellas con las que yo gano dinero, ya sea porque he podido ver de cerca cómo otras personas las utilizan.

Bien, veámoslas:

1. Participar en concursos literarios (y ganarlos)

Una forma que tienes de ganar dinero con la escritura creativa es participando en concursos literarios (y ganándolos, claro). A poco que busques en Internet, encontrarás convocatorias abiertas. Los concursos los organizan entidades de todo tipo: ayuntamientos, universidades, editoriales, librerías, fundaciones privadas... Los hay de todos los géneros, y a menudo el premio, o parte de él, es una dotación económica.

La principal ventaja que tiene esta forma es que, en principio, cualquiera puede participar en un concurso literario y optar a ganarlo, es decir, no se requiere haber publicado nada ni tener experiencia o estudios en un área específica. Únicamente, a menudo en cada concurso se limita la participación requiriendo que las personas que envíen sus textos tengan una nacionalidad concreta o sean de una cierta franja de edad. Se puede decir que el único requisito es que quien participe debe ser capaz de escribir textos que tengan un mínimo de calidad, ya que, de lo contrario, será muy difícil que lo que escriba pueda imponerse a los textos de sus oponentes.

Ahora bien, ten en cuenta que la ventaja que representa que para participar en estos concursos no se requiera nada en particular es también una desventaja, porque provoca que en cualquiera de ellos, a poco que el premio valga la pena, haya mucha competencia, lo que reduce considerablemente las posibilidades de ganarlo.

En cualquier caso, escribas mejor o peor, o tenga el concurso mayor o menor entidad, es importante que, para empezar, siempre que participes en uno no cometas fallos que ya de buenas a primeras puedan dar al traste con tus opciones de victoria.

A modo de ejemplo, es importante que cumplas con todo lo que se indique en las bases del concurso, tanto en lo que se refiere a ti como participante como al texto que envíes, puesto que, de lo contrario, tarde o temprano tu obra quedará descalificada.

También es importante que revises el texto antes de enviarlo y te asegures de que no tenga errores tipográficos, ortográficos, sintácticos o de cualquier otro tipo que puedan provocar que el jurado lo valore negativamente.

En este decálogo del concursante literario, que escribí en su momento, tienes una serie de indicaciones que te ayudarán a llevarte el gato al agua en tus participaciones en concursos literarios. Te animo a leerlo.

Eso sí, no creas que simplemente participando con un buen texto en un concurso, sin cometer fallos que puedan provocar que lo descarten, va a resultar, con un poco de suerte, ganador. Como ya he comentado, la competencia, en los concursos literarios, es mucha, e incluso aunque tu texto sea realmente bueno y merezca ganar, lo más seguro es que tenga que competir con otros que lo merezcan igualmente.

Para ganar un concurso literario te conviene tener una estrategia que, de alguna manera, te permita aumentar las posibilidades de que tu texto acabe imponiéndose a los de tus contrincantes. Precisamente, no hace demasiado he publicado en el blog un artículo en el que doy a conocer dos de estas estrategias.

Estas dos estrategias también te llevarán a participar en aquellos concursos que se adapten a tu nivel. No tiene sentido que participes en concursos en los que tus textos apenas tengan posibilidades de imponerse a los de tus rivales, porque estarás malgastando tiempo y esfuerzo, como tampoco lo tiene que participes en aquellos en los que estés muy por encima de tus oponentes, ya que entonces estarás haciéndote con premios menos substanciosos que los que realmente podrías conseguir.

Vencer en un concurso literario, aparte de darte derecho a disfrutar del premio, te abrirá algunas puertas; sin ir más lejos, puede abrirte la que te permita ganar dinero de la forma que explico ya en el siguiente apartado.

Tengo que decir que participar en concursos literarios no es una vía que yo haya seguido para vivir de la escritura creativa. En su momento participé en algunos, e incluso llegué a ganar uno, pero poco más. Eso sí, he formado parte del jurado de, por lo menos, una veintena de ellos, y de ahí que sepa cómo funcionan y pueda dar información útil sobre cómo participar en ellos.

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2. Impartir clases (y cobrar por ellas)

Una segunda manera que tienes de ganar dinero con esto de la escritura creativa es impartiendo clases. Hay mucha gente dispuesta a pagar por recibir formación sobre cómo escribir bien, ya sean clases presenciales u online, impartidas en una escuela o por un profesor particular, individuales o en grupo, en forma de curso o de taller, de un género literario u otro...

Así como para participar en un concurso literario (y ganarlo) no se te requerirá ningún conocimiento o experiencia en particular, sino que lo único que necesitarás es escribir medianamente bien, impartir clases sí tiene una cierta barrera de entrada.

Por ejemplo, si quieres impartir clases por cuenta ajena, ya sea en una escuela de escritura creativa, en una biblioteca, en una librería, en un centro cultural o en cualquier otro tipo de entidad, pública o privada, deberás demostrar a la persona que te vaya a contratar que estás capacitado para impartir esas clases, ya que querrá que los asistentes, que habrán pagado por asistir a ellas, queden satisfechos. Si ya has impartido clases en otros sitios, podría ser suficiente esa experiencia que ya tengas como docente. Si no, podría valer que, por ejemplo, hayas asistido tú a clases sobre la materia en cuestión, o que hayas ganado algún concurso literario, o que hayas publicado alguna obra, o que tengas autoridad de cualquier otra forma. De la manera que sea, tendrás que demostrar que sabes de aquello que vas a enseñar, porque, si no, ¿cómo podrías enseñarlo?

Si quieres impartirlas por tu cuenta, ya no necesitarás demostrar a nadie que te haya de contratar que estás capacitado para enseñar, pero sí deberás, primero, darte a conocer, y luego, convencer a las personas que se planteen asistir a tus clases de que pueden fiarse de ti, ya que de lo contrario no se decidirán a entregarte su dinero. Si las impartes por cuenta ajena, será la entidad en cuestión quien se encargue de promocionar las clases y quien esté ofreciendo confianza a los que quieran pagar por ellas, pero si las impartes por cuenta propia, eres tú quien deberá ocuparse de esos aspectos de tu negocio.

En cualquier caso, es importante que te formes en aquello que pretendes enseñar. Puedes aprender de manera autodidacta, leyendo manuales y artículos y analizando obras del género en cuestión, o puedes hacerlo a través de otras personas, realizando cursos o recibiendo clases privadas. Cuanto más conocimiento tengas sobre una cierta materia, más valiosa será la formación que impartas sobre esa materia y más satisfechos quedarán todos contigo, lo que hará que quieran seguir teniéndote como docente y que te recomienden. Impartiendo clases también se aprende, así que una vez hayas empezado a ejercer, tu desempeño será cada vez mejor.

Lógicamente, necesitarás valer para impartir clases. Si son presenciales o por videoconferencia u ofreces materiales grabados en vídeo, deberás tener una buena dicción, porque, si no, no se entenderá lo que digas, y entonces, seguramente, tampoco se entenderá lo que expliques. Si son clases que se imparten en un aula o auditorio o por videoconferencia con muchos asistentes, no deberá incomodarte hablar en público. Si las impartes mediante materiales escritos, deberás expresarte bien por ese medio, el del lenguaje escrito, por más que esto sea algo que se supone que sabe hacer quien se dedica a impartir clases de escritura creativa. Asimismo, deberás ser capaz de explicarte bien, en general, así como tener conocimientos amplios sobre la obra ya publicada de la materia que impartas.

Yo imparto clases desde hace ya más de diez años. Empecé impartiendo cursos online por cuenta propia, y para ello me sirvió el conocimiento que había adquirido realizando cursos y talleres literarios presenciales, que me permitió crear los temarios. Para conseguir personas interesadas en que les diese clases, creé un sitio web, con su blog, y también me anuncié en Internet; era la época en que empezaban a ofrecerse cursos online, y estaban muy solicitados. De vez en cuando he impartido clases presenciales en distintas entidades, y en este caso me ha servido, para que aceptaran mis propuestas, la autoridad que he ido consiguiendo con el blog.


Bueno, pues hasta aquí la primera parte del artículo. Lo dicho: en unos días publicaré la segunda, en la que te daré a conocer otras dos formas de ganar dinero con actividades relacionadas con la escritura creativa. Si la explicación te ha resultado valiosa, y no quieres perderte las próximas que escriba, únete a mi ejército literario, y te enviaré un aviso cada vez que publique una, además de contenidos que solo envío a mi lista.

Aquí tienes ya la segunda parte del artículo.



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