|  Login



Blog > Los 12 verbos de dicción más usados en narrativa

Los 12 verbos de dicción más usados en narrativa


Icono de color ffd040
Por César Sánchez Ruiz



Diálogo



Como ya sabrás, los verbos de dicción son aquellos que se utilizan para hacer referencia a los parlamentos de los personajes. En narrativa se emplean, sobre todo, en los diálogos. Conviene que los conozcas bien, ya que así podrás elegir el más adecuado en cada ocasión. Existen más de un centenar. En este artículo voy a hablarte de los doce usados con mayor frecuencia. Son:

decir

Es, con diferencia, el verbo de de dicción más usado en narrativa.

—Creo que hay algo más que debería decirte —dijo Tom con una sonrisa—. Tu padre me envió aquí especialmente para que te hiciese volver a casa.


Es un verbo de dicción genérico, y tiene, como tal, una ventaja y una desventaja: la ventaja es que puede ser usado en prácticamente cualquier ocasión; la desventaja, que no da ninguna información concreta sobre la forma de hablar o la intención del personaje. Por ello, conviene, conviene, en lo posible, substituirlo por verbos de dicción más específicos:

—Eso opino yo —corroboró Tom.


A menudo no encontraremos ningún verbo que usar en su lugar, con lo que acabará apareciendo varias veces en un mismo diálogo. Esto es algo que no ha de preocuparnos, ya que si realmente lo hemos usado cuando correspondía, las repeticiones le pasarán desapercibidas al lector.

preguntar

Es, tras decir, el verbo de habla más frecuente. Lo usaremos siempre que el parlamento sea una pregunta.

—¿Cuánto tiempo piensas quedarte aquí? —preguntó Dickie.


Excepcionalmente podremos substituir preguntar por otro verbo (por ejemplo, interrumpir, en el caso de que el personaje interrumpa con su pregunta el parlamento de otro personaje, o sugerir, cuando el personaje, con su pregunta, sugiera algo; ver más abajo).

responder / contestar

Se trata de verbos sinónimos. Usaremos uno u otro, indistintamente, en las réplicas a las preguntas.

—¿Cuánto tiempo piensas quedarte aquí? —preguntó Dickie.

—Al menos una semana —contestó Tom.


exclamar

Usaremos este verbo para indicar que el personaje habla en voz más alta de lo normal y manifestando una cierta emoción.

—¡Pues Richard también! —exclamó mistress Greenleaf—. Le gusta mucho la forma en que lo prepara nuestra cocinera.


Lo habitual es que el parlamento vaya delimitado por signos de exclamación, tal como muestra el ejemplo.

gritar

Indica que el personaje habla en voz mucho más alta de lo normal.

—¡Bravo! —gritó Tom.


Al igual que en una exclamación, el parlamento irá delimitado, por lo general, por signos de exclamación, que podrán ser dobles o incluso triples.

añadir

Se usa para indicar que un personaje, tras haber dicho algo, dice algo más.

—Esta mañana, a primera hora. A no ser que lo haya soñado —añadió Tom, buscando el telegrama—. Aquí está.


También puede usarse cuando el personaje añade algo a lo dicho por otro personaje.

¿NECESITAS AYUDA CON TU PROYECTO LITERARIO?


¿Quieres escribir una obra literaria (una novela, un libro de relatos, un guion de cine o de serie de TV, un texto teatral, unas memorias...) y no sabes por dónde empezar? ¿Te has lanzado a ello y te has atascado? Deja que alguien con experiencia te guíe en tu proyecto.


apuntar

Usaremos este verbo para indicar que el personaje simplemente ofrece un dato, sin profundizar o insistir en él.

—Pues yo mismo, sin ir más lejos. De todas formas, como iba a decir, las falsificaciones datan de diciembre, según dice el banco.

—No deja de ser una idea —apuntó Marge.


repetir

Lo usaremos para indicar que un personaje vuelve a decir con las mismas palabras (o aproximadamente las mismas palabras) algo que él u otro personaje acaba de decir.

—Me gustaría mucho irme hoy mismo. Tengo intención de hospedarme en el Hotel Palma, en Palermo, y allí les será muy fácil encontrarme si me necesitan.

—Palermo —repitió el oficial—. Ebbene, puede que no haya ningún inconveniente. ¿Me permite usar su teléfono?


insistir

Indica también una repetición, pero no de las palabras en sí, sino de la intención del personaje, ya sea sugerir algo, pedir algo, informar de algo...

—Pero, entonces, ¿cuándo iremos a París?

—Pues no lo sé. Cualquier día. París seguirá en su sitio.

—Pienso que mientras me quede algo de dinero deberíamos hacer el viaje a París —insistió Tom.


sugerir

Lo usaremos para indicar que un personaje propone o aconseja algo a su interlocutor.

—¿Quieres que me vaya, Dickie? —sugirió Tom, convencido de que Dickie diría que no—. Tengo la sensación de ser un estorbo entre tú y Marge.


proseguir

Lo usaremos para indicar que un personaje, tras una pausa o interrupción, sigue con lo que estaba diciendo.

—No, pero...

—¿Pero qué?

Lentamente, sabiendo perfectamente lo que tenía que decir, Tom prosiguió:

—Sé que Dickie no fue a esquiar con Freddie Miles, que le había invitado. Recuerdo que me sorprendió que no fuese, aunque él no me dijo por qué.


En su lugar se puede usar el verbo continuar o la perífrasis seguir hablando.

interrumpir

Usaremos este verbo para indicar que un personaje impide con su intervención que otro termine lo que estaba diciendo.

—Lo malo de esa idea —dijo Tom—, es que muchas personas que le conocían vieron a Dickie en enero y febrero...

—¿Quiénes? —preguntó Pietro interrumpiéndole.


Además de con el verbo de dicción, la interrupción se suele marcar poniendo puntos suspensivos al final del párrafo previo, tal como muestra el ejemplo.

Como ves, los verbos de dicción se pueden combinar: aquí se han combinado acertadamente preguntar e interrumpir, ya que el personaje, a la vez, pregunta e interrumpe a su interlocutor.


Bueno, pues hasta aquí este artículo. Me he dejado muchos verbos en el tintero: confirmar, murmurar, replicar, informar, intervenir, comentar, negar... Hablaré de ellos en próximos artículos. Si no quieres perdértelos, subscríbete a mi lista, y te enviaré un aviso cada vez que publique en el blog.

Aquí tienes ya un nuevo artículo sobre los verbos de dicción.

Los textos usados de ejemplo pertenecen a la novela El talento de Mr. Ripley. (1)

(1) Patricia Highsmith, El talento de Mr. Ripley, 1989, Editorial Anagrama S. A.



¿QUIERES APRENDER MÁS?


No te conformes con leer artículos en un blog. Da el salto: únete a mi ejército literario y te iré formando con contenidos que solo envío a mi lista.





Comparte en Facebook Comparte en Twitter